
1. Dormir única y exclusivamente lo necesario. Se considera que la cantidad que necesitan dormir la mayoría de las personas es de 7 horas y media, aunque algunas pueden necesitar solo 5 horas y otras hasta 10 ; pero son la excepción a la regla.
2. Una misma hora para levantarse todas las mañanas. Esto normaliza las funciones de nuestro organismo, las regulariza. Si todos los días nos levantamos a horas diferentes nuestro reloj biológico nunca va a estar bien ajustado.
3. Una cantidad diaria y continua de ejercicio facilita y profundiza el sueño. Algo tan simple como caminar 15 minutos en la tarde (por lo menos 3 horas antes de dormir), puede ayudar a conciliar el sueño, mientras que aquellos que hacen ejercicio hasta el cansancio, supuestamente para dormir mejor, acaban por no poder dormirse dada la fatiga que viven.
4. Los ruidos intensos ocasionales dificultan el dormir, aunque no se despierte. Los ruidos no permiten que el sueño sea profundo (MOR), lo que lleva a que la persona no descanse adecuadamente a pesar de que esté durmiendo toda la noche.
5. Es falso que una habitación fría facilite el dormir. Generalmente una habitación extremadamente calurosa dificulta el dormir, pero eso no significa que su opuesto, una habitación bien fría, lo facilite. De hecho también lo dificulta.
6. El hambre puede dificultar el dormir. El hambre es un estímulo como lo es el ruido. Por lo tanto este estímulo lo puede despertar o no permitirle dormirse profundamente. Lo mismo puede suceder cuando se toma una comida en exceso.
7. La cafeína dificulta el dormir, aún en aquellas personas que lo niegan. Por ello deben evitarse todas la bebidas a base de café, como los refrescos de cola y el café sobretodo después de las cinco de la tarde.
8. El alcohol fragmenta el sueño, aunque ayuda a las personas tensas a quedarse dormidas. Y con esto quiero decir que disminuye la calidad del sueño aunque no disminuya la cantidad. Por ello el uso cotidiano de bebidas alcohólicas, para conciliar el sueño, debe evitarse , ya que no será profundo el dormir.
9. Más que dar vueltas y vueltas en la cama, un poco de actividad, puede ayudar a la persona tensa y molesta. Si no se puede dormir, dejar la cama, hacer algo y volver a la cama cuando se tenga sueño. Si realizamos actividades en la cama, para dormirnos, caemos en el riesgo del “insomnio aprendido”, hemos pues, aprendido a no dormirnos.
Fuente: Yabebiry en Vivirsalud.com
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