El 80% de los niños y adolescentes no están conformes con su cuerpo, mientras que el 15% sufre alguna patología alimentaria, según una encuesta de la Asociación de lucha contra la bulimia y anorexia (Aluba).

Por la edad en que se registran trastornos en la alimentación, Aluba instrumentó un programa que se llama Plan de atención al niño. “En Buenos Aires hubo pacientes de 5 años, pero además prevalece el problema de la alimentación, que hace que no se alimenten bien porque nadie les enseña a hacerlo. Es más fácil comer hamburguesa con papas fritas que llevar una dieta balanceada” dijo un funcionario de la organización. De todas maneras, aclaró que “el problema radica en la familia que no controla, ni pone límites o enseña buenos hábitos de alimentación”. Los trastornos alimentarios de bulimia y anorexia son las alteraciones más comunes de la conducta en el acto de comer. Aunque se refieren al acto de comer, no tienen relación directa con la comida y su raíz está en el miedo a vivir y a crecer. Las señales más claras de estas enfermedades se descubren a través del rechazo a mantener el peso corporal por edad y talla lo que ocasiona una pérdida importante de peso. El temor intenso a engordar, la alteración de la imagen del cuerpo en la que la persona se ve o se siente gorda a pesar de estar muy delgada o la amenorrea en las mujeres (ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos); la presencia de atracones recurrentes en los que la persona siente que pierde el control sobre la comida), son otras señales.
En la anorexia se percibe la aplicación de conductas compensatorias siempre peligrosas como los vómitos, el abuso de laxantes o diuréticos, el excesivo ejercicio físico, ayunos y la ingesta de diversos fármacos “adelgazantes”. La obsesión por el cuerpo y comida está siempre presente y determina las alteraciones en la conducta. La anorexia se caracteriza por la distorsión de la imagen corporal ante el miedo a engordar, con una importante pérdida de peso. En tanto, la bulimia es un trastorno del comportamiento alimentario cuya característica principal es la ingestión de grandes cantidades de alimentos durante un corto período de tiempo. Si bien se diagnostica frecuentemente después de los 18 años, en los últimos años se incrementó a un ritmo más rápido que la anorexia.
Aluba realizó una encuesta sobre 60.000 casos en Argentina, tendiente a conocer qué cantidad de niños y adolescentes tiene problemas con la alimentación. Esa encuesta reveló que alrededor del 80% de los adolescentes padece trastornos de la alimentación que los llevan a la bulimia o a la anorexia (siendo el 90% de los afectados mujeres y el 10% varones), y en ella también se advierte que el porcentaje obtenido entre los hombres está aumentando en los últimos años.
La medición implica que de cada 100 pacientes, 69 padecen bulimia y 31 anorexia.
La medición implica que de cada 100 pacientes, 69 padecen bulimia y 31 anorexia.

Si bien la campaña publicitaria de la marca No-l-ita creada por Toscani (el responsable de las campañas polemicas de Bennetton en los 90) que mostró a la modelo francesa Iasabelle Caro extremadamente delgada con la leyenda “No anorexia”, causó un gran revuelo en el mundo, la gente de Aluba opinó que “aunque resulte contradictorio, pienso que la comunicación es importante para concientizar. Si no hubiera campañas como esa, mucha gente ni siquiera sabría qué es bulimia y qué es anorexia, enfermedades que si no se tratan pueden acarrear incluso a la muerte. Se toma conciencia recién cuando se muere alguien”.
Fuente: eloncedigital
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