lunes, 4 de agosto de 2008

Comer y mirar televisión

La relación entre ver televisión y las consecuencias que eso provoca en nuestro organismo en términos de obesidad es un tema que ha sido estudiado desde diversos ángulos.
Se ha llegado a calcular por ejemplo que dado que el uso del control remoto impide quemar las dos calorías que implica levantarse para cambiar de canal, un televidente promedio podría ahorrarse las calorías equivalentes a comer una porción de pollo con ensalada y postre con sólo deshechar ese adminículo.
Otra visión nos la da la Universidad de California con el siguiente mensaje:

Otros estudios realizados en los Estados Undios revelaron que mirar televisión más de 2 horas al día podía asociarse con un índice promedio de masa corporal alto, sobrepeso u obesidad, tanto en hombres como en mujeres.
Los adultos que miraban más de 2 horas de televisión por día ingerían grandes cantidades de calorías y de macronutrientes, y eran más propensos a tener sobrepeso. En estos casos, la mayor parte de las calorías ingeridas se obtenían mediante comidas fuera de hora y durante la cena.
Por lo tanto, indicaban que los programas de intervención para prevenir la obesidad, en especial los dirigidos a adultos jubilados o desempleados, debían poner especial énfasis en reducir el tiempo dedicado a mirar televisión y videos, o a participar en otro tipo de actividades sedentarias, y advertir contra la ingesta de alimentos fuera de hora o mientras se mira televisión. (http://www.cdc.gov/pcd/issues/2006/)
Según los investigadores, son tres las razones principales que llevan a que una persona que mira mucha televisión tenga un mayor riesgo de desarrollar obesidad o diabetes del tipo II.
1. Al mirar mucha televisión, se realizan menos actividades físicas, por lo que se manifiesta una reducción del gasto energético.
2. Al mirar mucha televisión, se gasta menos energía, es decir calorías, qué en casi todos los otros tipos de actividades diarias alternativas, como pueden ser escribir, manejar un auto, o leer, ya que estas actividades demandan un mayor trabajo cerebral. Incluso, estar frente al televisor repercute en un menor gasto metabólico que cuando se duerme.
3. Al mirar mucha televisión, aumenta el consumo total de comida y calorías, ya que casi todos los televidentes suelen comer mientras están frente a la pantalla, pero no sólo en gran cantidad, sino también en peor calidad (salados, snacks, etc.).
Este último punto no sólo tiene que ver con la costumbre o el placer que genera comer algo cuando se está frente a la pantalla de la TV, sino también a los cada vez más subliminales e insidiosos comerciales de comidas, dulces y gaseosas.
Es por esto último también que muchos especialistas afirman que, además de aumentar la ingesta de comida, (que casi siempre son también de mala calidad) la TV lleva además a toda una modificación de los patrones alimenticios, lo cual favorece los cada vez más comunes trastornos alimentarios.
Ahora un estudio de de la Universidad de Toronto en Canadá cuantificó el aumento en la asimilación de calorías cuando se come mirando televisión.
En el estudio se probó que niños que miraban los Simpsons mientras comían asimilaban 228 calorías más que si hacían otra cosa.
Una de las conclusiones del estudio es que la televisión invalida la capacidad de saber cuando se debe parar de comer.

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